
Del mismo modo que hablamos de puntos clave en los objetos, podemos reflexionar acerca de puntos de apoyo en la mano, los cuales nos sirven de base. Si nos detenemos a observar objetos de uso cotidiano, comprobamos que, a pesar de las diferencias de tamaño y formas, todas las zonas de contacto confluyen en un mismo punto.
Hagamos una prueba. Coge el móvil. Ahora haz como si escribieras un mensaje. Seguramente habrás desplazado el móvil y lo habrás colocado de manera que te resulte más cómodo escribir. Ahora coge el mando a distancia (del televisor, del aire acondicionado…). Y cambia de canal. Has vuelto a mover el objeto para usarlo ¿verdad?
Este cambio inconsciente nos lleva a que existe un punto en la mano dónde apoyamos los objetos en el momento de realizar su uso. A este punto, alegreindustrial™ lo ha bautizado como punto G.
1 comentario:
Es verdad!! que curioso, la verdad es que no me había parado a pensarlo.
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